En el remanso del campo, el viento perfuma las estancias. Las arboledas reverdecidas que circundan las alambras, ofrecen su cobijo. En estos confortarles lugares de anchas galerías y enormes ventanales, muebles de época e interiores cálidos; se puede empezar el día con un buen desayuno repleto de sabores caseros; participar en las tareas típicas campestres; compartir fogones, guitarreadas, rondas de mate y peñas folclóricas.
En las siguientes líneas te presentamos algunas estancias de los “pagos de areco”, como se conocía la zona en la época de la colonia. Cada una de ellas con sus particularidades, para que las conozcas, las compares y desde ya las empieces a imaginar. En todos los casos las puertas están abiertas para que te acerques, pases y te quedes a disfrutar. No te pierdas la selección que te dejamos a continuación.
San Andrés de Giles
Estancia La Sofía Polo
Estancia Chica
Exaltación de la Cruz
Estancia Don Silvano
Estancia el Cencerro
Estancia La Mimosa
Estancia La Posesiva
San Antonio de Areco
Estancia la Bamba
Estancia el Rosario de Areco
Estancia la Cinacina
Estancia La Margarita
Capitán Sarmiento
Estancia La María Paloma
¡Vida de campo!