Los palacios municipales, en conjunto con los cementerios y los mataderos, forman parte de la triada de las obras Salamónicas. Sus creaciones son una combinación de art decó, futurismo y funcionalismo a una escala monumental. En lo que refiere a las edificaciones comunales se caracterizan por ser simétricas, de gran robustez y poseer -en su mayoría- una torre con un reloj. A continuación te invitamos a conocer algunas de ellas.
Palacio Municipal de Adolfo Alsina
Inaugurado un 3 de Diciembre de 1938, contuvo a los tres poderes de gobierno hasta ya avanzado el nuevo siglo. Es un edificio de gran jerarquía y en la actualidad se posiciona el más alto en su tipo, superando los 40 metros de altura. La construcción combina mampostería revocada con hormigón y reserva, para el basamento, un zócalo de mármol travertino. Sus complejas combinaciones de curvas y rectas se acentúan en la torre del reloj.
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Municipalidad de Gonzales Chaves
Situado entre las calles Bartolomé Mitre y Juan Elicagaray, la obra fue inaugurada en el año 1939. El edificio fue implantando sobre un eje diagonal a partir de la ochava, lugar donde se encuentra su entrada principal. Su estructura, de volúmenes puros y líneas horizontales simples, es ponderada por una torre de reloj. La obra aún conserva el mobiliario y la iluminación diseñados por su mentor.
Municipalidad Alberti
Se trata de unas de las obras destacadas que Francisco Salamone realizó en el noroeste de nuestra Provincia. Resulta impresionante la monumentalidad en su torre que compite con la iglesia local y cuyas formas robustecen la parte superior, donde se ubica el reloj. El artefacto se caracteriza por poseer con detalles simples y geométricos. Son destacables las formas ornamentales que engalanan el edificio y el mástil que se ubica enfrente de la dependencia municipal.
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