Carmen de Areco es un antiguo pueblo de la pampa Argentina que conserva sus tradiciones y costumbres. Este destino turístico ofrece tranquilidad, buena gastronomía y actividades durante todo el año. Destacado por la cordialidad de su gente, es ideal para pasar un día de campo en familia, realizar caminatas y pasear en bicicleta. En sus hermosos paisajes rurales se destacan dos iglesias que forman parte de un importante patrimonio local.
Parroquia Nuestra Señora del Carmen
Su historia se remonta a la época colonial. Existen registros de mediados del siglo XIX que sitúan al templo en la ubicación actual y con misma distribución. Los patronos que acompañaron las devociones populares desde los orígenes fueron San Claudio, San Agustín y San Esteban.
Sin embargo, otra figura se destacaba entre los pobladores por el año 1780: la pequeña imagen de la Virgen del Carmen, considerada como protectora del lugar. Su devoción se celebra todos los 16 de julio en una gran fiesta popular que convoca a todos los habitantes del pago.
La virgen escoltó al Ejército Libertador de Los Andes comandado por el general San Martín. Fue el mismo prócer quien la nombró generala del ejército, le legó su banda y su corona. La imagen que se puede visitar en Carmen de Areco tiene dos particularidades: sus escapularios y el pelo natural, que se embellece cada año con el aporte de las vecinas.
Monasterio San Pablo de la Cruz
Se trata de un antiguo monasterio ubicado en el medio del campo y rodeado de una imponente arboleda. Su construcción finalizó en 1890 como testimonio de la comunidad irlandesa y su actividad pasionista.
En el lugar se encuentra el edificio de retiros, la capilla San Pablo de la Cruz y la antigua iglesia San Patricio que funciona como sede del Colegio San Pablo. En 2007 el complejo fue declarado monumento histórico, arquitectónico y paisajístico e incorporado al patrimonio cultural de la Provincia.
El sitio invita a la meditación y conexión con la espiritualidad. Durante el recorrido por las instalaciones se pueden apreciar los antiguos vitrales, imágenes y expresiones que reafirman el culto pasionista.