Mechongué y Comandante Nicanor Otamendi son dos destinos perfectos para disfrutar del encanto rural y la proximidad al mar. Situados en el partido de General Alvarado, tienen mucho que ofrecer a quienes buscan descubrir la verdadera esencia de la región, alejados del bullicio turístico y a pocos kilómetros de la costa atlántica.
MECHONGUÉ
A tan solo 40 kilómetros de la playa, el Mechongué forma parte del programa de Pueblos Turísticos de la provincia de Buenos Aires. Fundada en 1911, sus edificaciones se distribuyeron en las proximidades de la estación. Rodeado de un amplio paisaje natural, la zona está rodeada de estancias, chacras y campos donde se puede disfrutar de la vida rural, caminar por senderos o pasear en bicicleta.
Durante la década del setenta, el tren de pasajeros dejó de funcionar y la estación, restaurada en 1996, se convirtió en museo y biblioteca municipal con el objetivo de preservar el patrimonio local y desarrollar el turismo comunitario. Otros imperdibles son la iglesia y la Gruta Nuestra Señora de Lourdes.
COMANDANTE NICANOR OTAMENDI
A solo 20 minutos en coche de la playa, su historia se encuentra estrechamente ligada a la llegada del ferrocarril y a las familias que se asentaron en torno a la estación local.
Su cercanía a las localidades balnearias de Miramar y Mar del Plata hace que Comandante Nicanor Otamendi sea un excelente punto de partida para explorar la costa atlántica. El camino recorre paisajes serranos y estancias que hacen a la esencia de la región.
Entre sus atractivos se encuentra la plaza Principal y sus antiguas fachadas que aún conservan la magia del pasado. Declarada Capital Provincial de la Papa, reúne a los mejores productores de esta hortaliza en su celebración anual.