Hay lugares que tienen su historia escrita en el agua. Chascomús, una ciudad colmada de cultura y tradición fue creciendo a orillas de su laguna, la más grande del sistema de Encadenadas. Con variados atractivos tanto históricos como naturales, el movimiento turístico de este destino se encuentra íntimamente ligado a la actividad lacustre. Te presentamos un lugar imperdible de nuestra provincia para que lo puedas disfrutar.
Laguna de Chascomús
La laguna homónima es uno de los principales espejos de agua de la provincia y el más grande del sistema de Encadenadas. Con una extensión de 3.000 hectáreas, 2 metros de profundidad promedio y costas donde alternan playas con barrancos, es recorrida por un camino perimetral donde hay clubes náuticos e instalaciones que facilitan la práctica de los deportes acuáticos, la navegación y la pesca del pejerrey. Desde el agua se pueden disfrutar excelentes vistas de la naturaleza e imponentes atardeceres.
Palacio Municipal
Fue construido por el arquitecto ingeniero Francisco Salamone en 1939 mediante un plan de obras de la provincia de Buenos Aires, sin embargo, es el único en su estilo “ecléctico” y fue la última obra dentro de las sesenta que el artista realizó en Argentina. Posee hall de entrada en planta baja y un salón de los espejos con cúpula central en planta alta donde funcionan el poder ejecutivo y legislativo local. Esta edificación reemplazó al antiguo cabildo que servía de escuela, asiento de autoridades, juzgado de paz, comisaría, lugar de bailes y de reuniones.
Capilla de los Negros
Este monumento histórico forma parte de la "Ruta del Esclavo en el Río de la Plata” reconocido por la UNESCO. Su historia se remonta a 1862 cuando los negros libertos que vivían en Chascomús construyeron la capilla en adobe, piso de tierra, algunas ventanas y techo de paja sostenido con cañas y tiento de cuero. En el lugar los negros festejaban su religiosidad y realizaban actividades culturales para recordar a su lejana África.
El cuidado en la preservación de la capilla fue heredado de generación en generación. Un legado cultural familiar que comenzó en 1862 con Luciano Alsina, uno de sus fundadores. El sitio fue abierto a la comunidad por su nieta Doña Eloisa y en la actualidad recibe a todos aquellos que quieran conocer la historia de los esclavos, el candombe, la libertad y su mística.