Con caminos de alamedas imprecisas, tardes tranquilas y fogones que crepitan al anochecer, Exaltación de la Cruz combina recuerdos centenarios, paisajes pampeanos que exponen sus especies autóctonas y variadas opciones para disfrutar el tiempo de descanso. Su ciudad cabecera, Capilla del Señor, fue declarada “Bien de Interés Histórico Nacional”. Te invitamos a conocer cuatro atractivos singulares del patrimonio histórico y edilicio de este destino bonaerense enmarcado en un entorno rural.
Estación “Capilla"
Esta típica estación de llanura fue inaugurada en el año 1886 como parte del ferrocarril ramal Urquiza. Con alero sobre el andén, el viejo tanque de agua abastecía a las locomotoras a vapor y al galpón de acopio donde confluía con la producción de lana de oveja, actividad agropecuaria que estaba muy difundida entre los estancieros de origen irlandés a finales del siglo XIX. Se asienta sobre las tierras que fueron donadas por el escritor José Hernández a la familia Lacroze para la extensión del tranvía rural, ya que su emplazamiento favorecía el envío de las producciones al puerto de Buenos Aires.
Iglesia Parroquial
De estilo ecléctico, frontis con imágenes de santos y una torre con reloj y campanario, la obra de los arquitectos Hunt y Sherarder data de 1866; posee una sola nave, dos sacristías, techo abovedado y coro alto. Los restos de dos capellanes irlandeses descansan en el atrio. Ubicada en el predio de la antigua vivienda de Don Francisco Casco de Mendoza, el mismo lugar donde en el siglo XVIII había un oratorio familiar que fuera librado al culto público en 1735, a sus alrededores se formó el pueblo de Capilla del Señor.
Casa Miralejos
Casona de estilo italianizante cuyos elementos para su construcción fueron traídos del exterior, es el único exponente de esta corriente arquitectónica en Capilla del Señor. En 1926, Don Juan Gil manda a construir la casa al Ingeniero Turchetto y a los maestros Luraschi. Finalmente, se inaugura el 14 de septiembre de 1927. La construcción remata con una torre-mirador que lleva el nombre del edificio pintado sobre azulejos en cada una de sus caras.
Museo del Periodismo Bonaerense
El semanario “El Monitor de la Campaña”, obra del preceptor Manuel Cruz y del ingeniero Carlos Lemée, fue la primera publicación periodística de la ruralidad bonaerense (1871). Tras la muerte de Cruz en 1873, deja de imprimirse. Por los servicios prestados a la comunidad, los vecinos deciden donar la vivienda donde funcionaba el semanario a la viuda de Cruz. Convertida en museo en 1972, la sala posterior alberga la máquina de origen francés “Marinoni” con la que se imprimía la publicación.